02 de Octubre de 1968
Volver

02-OCTUBRE-1968

La tarde del 2 del Octubre se realizó en la Plaza de las Tres Culturas una de las matanzas más sangrientas, crueles y cínicas en la historía de nuestro país, ejecutada por el gobierno. La cantidad de muertos no se sabe con precisión, más de cuarenta años después, la niebla del silencio todavía esconde muchos detalles de lo que pasó. Fuentes oficiales refieren no más de 50, mientras que investigadores concuerdan que fuerón más de 300 las victimas, así como 15000 proyectiles disparados, 8000 militares de varios cuerpos destacados en la acción, 300 medios armados entre tanques, medios blindados y jeeps con ametralladoras. Lo que si se sabe con precisión es que es una fecha que no sólo quedará guardada en la memoria de sus protagonistas, sino, que ya forma parte de la historia. Esa tarde marcó a los estudiantes, profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas en la Ciudad de México.

Durante el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz, se iniciarón una serie de manifestaciones y marchas pacificas estudiantiles en la ciudad de México, donde se criticaba el autoritarismo del gobierno, se pedía el respeto a la autonomía universitaria y se exigia la libertad de presos políticos, todo eso en el año de las olimpiadas. Por primera vez los Juegos Olímpicos se llevarían a cabo en un país de América Latina, el mundo entero tendría los ojos puestos sobre México, pero tras la mampara de los edificios olímpicos seguiría la miseria, la jerarquización de una sociedad hostil a los olvidados de siempre, la crueldad de un gobierno dispuesto a aparentarlo todo.

“No queremos Olimpiadas, queremos revolución. No queremos Olimpiadas, queremos revolución.”

Estas largas marchas (a veces jubilosas, otras aterradoras porque había muertos y encarcelados) terminó en la Plaza de las Tres Culturas, el 2 de octubre de 1968, a las seis y diez de la tarde, a manos del Ejército y del Batallón Olimpia, compuesto por hombres vestidos de civil que llevaban un pañuelo o un guante blanco en la mano derecha para identificarse.

Unos minutos después de iniciada la manifestación, con los líderes que quedaban libres y un orador en el tercer piso del Edificio Chihuahua, un helicóptero del ejército mexicano lanza unas bengalas sobre la multitud. Con esta señal, militares, paramilitares y francotiradores abren fuego contra los 5000 manifestantes, estudiantes en su mayoría.

El fuego cerrado y el tableteo de las ametralladoras convirtieron la Plaza de las Tres Culturas en un infierno. El Ejército detuvo a miles de jóvenes a quienes no sólo mantuvo con los brazos en alto bajo la lluvia, sino que humilló bajándoles los pantalones.1

Este fue el fin de movimiento estudiantil, los Juegos Olímpicos se celebraron 10 días después en la Ciudad de México sin incidentes.

Por ultimo en su 5º. Informe de gobierno en 1969, 11 meses después, el presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo “Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”. Él consideraba que había cumplido con su deber al “salvar a México del comunismo”, cuya implantación jamás fue uno de los objetivos del movimiento estudiantil.

Este es uno de los acontecimientos del cual la mayoria de los mexicanos están enterados, sin embargo, es el caso de impunidad por excelencia.

1 Poniatowska, Elena. TLATELOLCO PARA UNIVERSITARIOS.





Tu navegador no soporta animaciones CSS.