Mi madre no podía creer que nosotros vemos a los objetos por la luz que ellos no absorben; y los colores que identificamos en ellos dependen de la cantidad y el tipo de luz que rechazan.
El color que identificamos en los objetos no es necesariamente el color que verdaderamente tienen los objetos, sino es un fenómeno (como un tipo de ilusión o espejismo) que depende tanto de la intensidad de la luz, como de su trayectoria y ángulo de incidencia con la que entra a la tierra.
Tú lo has notado cuando en cierta época del año los objetos aparecen con un color más brillante o cuando en el atardecer los objetos se tornan opacos.
Según el filósofo alemán Immanuel Kant, el hombre puede conocer su realidad sólo a partir de la información que le envían sus sentidos; y como la información que captan sus sentidos depende de las características propias de los órganos sensoriales; entonces, sólo conoce de los objetos lo que sus sentidos pueden percibir.
Es así, que lo que conocemos es una representación, porque para Kant el objeto que el hombre logra conformar en la conciencia es una imagen del objeto, pero no es el objeto mismo. Lo cual demuestra que aquello que uno piensa no está sujeto al devenir, es decir, al paso del tiempo. Y que gracias a la permanencia e inmutabilidad de nuestras imágenes mentales podemos identificar los objetos que ya hemos percibido, aunque éstos presenten cambios constantes.
¿Lo habías pensado? Lee la siguiente historieta, reflexiona y después pregúntate ¿Qué es el noúmeno?
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Créditos
Diseño de contenido:
Gustavo Barajas Gómez
Coordinación del proyecto:
Carlos Acevedo López
Diseño instruccional:
Azucena Castañón Foncerrada
Karla Melina Ochoa Carreón
Diseño multimedia:
Diana Gallardo Espinosa